Sin ánimo de emular a un nefasto pseudoperiodista/pseudofilósofo, es elemental la vuelta a ciertas fuentes. Phatos, del griego padecer.
El apasionado es presuntamente objeto de alguna fuerza superior sí mismo, a su voluntad conciente o racional; pero es sujeto. Un sujeto al que la pasión le ocurre.
Padece el enfermo el mal que no eligió. Soporta el ansioso la densidad de un tiempo que se burla de los relojes.
Sujeto inevitable, aunque la aparente pasividad lo empate con cualquier objeto inanimado.
La pasión se declara activa pero neutral. El apasionado ama, odia, fundamentaliza, adora, se inmola, lucha, se martiriza, persevera, ampara; da lo mismo.
El sujeto que persiste en su pasividad receptiva de estos poderosos sentires se convierte dócilmente en taza, en roca, en hielo, en mineral maleable en manos de la pasión.
El apasionado-sujeto decide su pasividad o su rebelión. Y está claro que no todo ser humano goza del par de cojones necesarios para no ser una taza.
XYZ
Cheeee por como lo planteas termino entendiendo que,para vos,la pasión nos deteriora a medida que la callamos.
ResponderEliminarQuizás porque quedé condicionado con la denominación de "Phatos" sumado al ejemplo que luego diste:
"Padece el enfermo el mal que no eligió"
Yo creo que cuanto más nos hacemos los boludos silencienciandola más se desespera por gritar y es ahi cuando empieza a crecer la necesidad que nos lleva a la cornisa.
Es como el deseo que se pospone pero se sabe que esta dando vueltas para terminar materializandose en un beso.Esa contensión termina dándole el carácter de Único a ese beso
Por eso aunque llevemos dentro nuestro gritos contenidos,alaridos que se escuchan sobretodo de noche y le tengamos miedo a las bordecitos angostos...las pasiones nunca se parecen...ni se padecen.
Me siento una persona apasionada. Que sobrevive gracias a sus pasiones y que también muere por ellas, aunque en el fondo la tendencia sea la de resurgir/resucitar a cada instante.
ResponderEliminarApasionarse tiene sus pro y sus contras. Pero para quienes eligen ese modo de vivir, digo, el de la pasión, entonces... entonces no creo que haya "pros" en esa decisión.
Una vida desde el vértice de un ventanal, en el medio de la nada, sí que es aburrida.
Elijo la pasión. A pesar de llorar, de sufrir ciertas ausencias, de esperar otros regresos, de creer en el amor.
También, justamente, hablo del tiempo en mi post.
¡Qué alegría verte por aquí, Lulitka!
He entrado antes en un par de ocasiones pero no había comentado nada porque me sentí que era algo así como un ámbito un tanto "privado"... je.
Un beso grande.
¡Espero verte pronto!
(Mucho tengo por contarte... y me quedé esperando una lulaseñal de tu parte, algún domingo en que tenía bizcochitos y el café estaba a punto, ja).
Nos vemos, ¡que andes muy bien!
Nachillo! claro, decía la pasión se padece porque no se genera a voluntad, pero la elijo, no soy pasiva paciente. La pasión nos convierte en objeto cuando no la vivimos, por eso el deterioro, la podredumbre ... por ser gráfica. Creo que estamos de acuerdo.
ResponderEliminarAdrianófanes =) que gusto leerte: Aquel domingo viajé, pero prepará las cuerdas vocales y las orejillas porque en cualquier momento me aparezco por ahí!
Hola, llegue aca como quien va no trabajando en horario laboral y me encanto "pasionaria pasion tanguera". Solo queria decirtelo. Comparto tu opinion y me gusta leer opiniones compartidas y bellamente escritas. Admiro quienes tienen ese don.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, llegue aca como quien va no trabajando en horario laboral y me encanto "pasionaria pasion tanguera". Solo queria decirtelo. Comparto tu opinion y me gusta leer opiniones compartidas y bellamente escritas. Admiro quienes tienen ese don.
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