domingo, 16 de mayo de 2010

dialoguismo errático

Dos tipos en la vereda, esperando su turno para usar el cajero automático. Uno de ellos de apariencia joven pero avejentado, mochila al hombro y celular en la mano (será F). El otro con los auriculares del mp3 colgando, inquieto, más joven quizás (G).

F - no le respondas, que sepa que estás en otra. Si le contestás de una va a pensar que estás pendiente.
G - estoy pendiente, esa es la cagada.
F - sí pero que ella no sepa, si se lo dejás saber cagaste. Viste como son las minas, en cuanto se sienten seguras se hacen las difíciles.
G - no sé, esta no es cualquiera. Aparte quiere hablar, no sé que decirle.
F - no le respondas y listo. Que llame a tu casa y cuando atienda tu vieja o tu hermana ves, es al pedo que le respondas ahora.
G - a mi casa no va a llamar porque no tiene el número. Si se entera que vivo con mis viejos todavía va a salir cagando del todo.
F - chamuyala, decile que estás de paso porque se te venció el contrato, algo así.

Pasé adentro del cajero y seguían hablando distraídamente, celular en mano.

XYZ

miércoles, 12 de mayo de 2010

atemporal

Lo bueno de evitar las cronologías es esta posibilidad de reencontrarse con palabras guardadas, a las que el tiempo reedita por cuenta propia [000 hace días, cuál será mañana?].
Algo de uno mismo permanece atemporal, no como los monumentos a los que hay que cuidar y rendirles homenaje cada tanto para que no cambien, para que nadie olvide. Esa atemporalidad que señala un ser-en-el-mundo dinámico y enriquecido. Y es un buen reencuentro.

XYZ

000

Croquis fragmentario de la moralidad perfecta.
Esa gente que, desviviéndose por dar una imagen de alta moral -'ante sí mismos' dicen, pero ya lo dijo Freud, para que los demás la legitimen-, una imagen de autenticidad, desviviéndose por aparecer justos, sinceros, correctos, 'buena gente', consiguen eso: des vivirse. Llevan hasta el ridículo cierto sentido de la libertad abaratándola en egotismo. La buena gente no necesita ejercitar la destreza de actuar bien, sólo actúa bien con una transparencia que contagia luz sin proponérselo.
No se consideran inexpertos, no son novatos porque el contador virtual de puntos de xp no marca 0, y cada nuevo clic los vuelve más maduros y astutos.
El discurso es harto elaborado, como si dedicaran mucho tiempo a dilucidar aspectos importantes de sus vidas; bastante más elaborado que sus vivencias.
Cuando no los enerva, el resto de las personas sencillamente los aterra. Inseguros y pusilánimes, se presentan cazadores, estrategas de lo confuso enriedan a la presa, que después mordisquean fingiendo desgano:  las uvas estaban verdes. Que los movimientos y los gestos fervorosos no nos engañen, no sienten fervor aunque actúen fervorosamente: el mundo entero no los comprende.
Besan pero no desean besar. Hablan pero no desean hablar. Todos sus actos son apariencias que la pobre imbécil multitud de "los demás" jamás comprenderá en su verdadera profundidad. Ellos son sus actos, pero creen que son sus ideas. Como todo el mundo, ignorantes de sus propios límites hasta tocarlos, se autonominan ilimitados. Suelen tener en gran estima la tolerancia, como si de eso se tratara relacionarse con humanos: hay que vivir tolerándolos, como un semidios tolera a los inferiores, condescendiendo se sienten buenos: toleran.
Conocen la perfección, saben reconocerla cuando llena sus mentes y sus vidas tal como lo hace una entelequia. La amistad perfecta era aquella que -siempre en un pasado glorioso- sin pedir nada los hacía sentirse momentáneamente especiales. El amor perfecto era aquel jamás salpicado por la mugre de la experiencia directa y constante de la realidad humana. Héroes incomprendidos de una irrealidad cultivada, sólo saben qué no-son, qué no-sienten, qué no-desean, qué  no-toleran. Y así, matan, pero sólo para hacer un presunto bien, eso los salva de ser asesinos. Caminan en dos pies, pero no son bípedos. Mienten, pero sólo para proteger a los pobres de la verdad que no soportarían, eso los libera de ser falsos. Juzgan, pero se declaran incompetentes a la hora declarada. Succionan discretamente, pero no son vampiros.

Es de la clase de gente que actúa 5 + 2 + 2... pero incapaz de reconocerse 9.

XYZ

lunes, 10 de mayo de 2010

elefantes en europa

Ese era el punto crítico: no gritar amor, no gritar jamás.
Pero sí pensarlo, susurrarlo, llorarlo, maldecirlo.
Cuando el amor arrecia el jamás se vuelve un refugio.
Z fantasea con ese despertar
una mañana de café caliente
después de una noche entera de tempestad erótica.
Y gritarle jamás al refugio
bienvenir la borrasca
y los resplandores.
Un zoom emocional hubiera evitado la pregunta.

XYZ

domingo, 9 de mayo de 2010

la fórmula secreta


¿cómo hiciste para lavarte de huellas,
para dejar la piel limpia de mi boca, ilesa de mi tacto?
cómo desaparecieron las marcas de tu espalda?
 con qué conjuro mi voz se volvió nada?
cuánto silencio fue necesario para rasgar mi retrato?
cómo amputaste el futuro?
es suficiente cerrar los ojos para invocar el poder
de un vendaval de olvido que arrase con los lugares que ya no debo visitar?
fueron agujas de hielo las que por fin
volvieron opacas las luces de esa calle?
determinadas veredas, cierta avenida prohibida ya para mis fotos,
el nombre de un café,
la fragancia sutil de las mañanas frente al espejo,
una ciudad nocturna se volvió hostil,
cómo? con qué poderes?
compartí tu secreto
para que yo también sea ya nada.

XYZ

sábado, 8 de mayo de 2010

honestidad brutal

mientras dure ese silencio
sentir se vuelve brutal
sin apocalipsis ni juicio final
el destino de los tibios es el mismo


XYZ

viernes, 7 de mayo de 2010

raudaz

¿Y si no me importa demostrar qué persona soy? Es que no existe una manera de hacerlo, aunque me importara. El desafío es ser a pesar de tanta imagen ajena superponiéndose al retrato propio.

Había una vez un sinfin de niñas.
Una aterrorizada escondiéndose detrás de las macetas de un patio con parra, esperando que se vayan las visitas.
Había otra, que comandaba un ejército barrial, que a la hora de la siesta recopilaba información acerca del otro bando -el de los adultos- en misiones de ultraespionaje.
Otra recolectaba cadáveres de animales para darles sepultura, hasta que descubrió que el bautismo postmortem era tan inútil como el amontonamiento de tumbas NN.
Otra niña caminaba rutinariamente rodeada de árboles hasta la casa de su abuelo, hasta que empezó a matar la rutina de cada trayecto convirtiéndose en la protagonista de diversas aventuras, entre ellas una Caperucita que desafiaba al lobo a salir de su escondite.
Una de esas niñas soñaba con vivir en una casa que tuviera escaleras, para poder sentarse a dibujar en los peldaños.
Finalmente, la que más recuerdo, llenaba cuadernos de palabras, dibujos, figuras recortadas, papeles brillantes de alfajor, esqueletos de hojas secas, papelitos deslizados en algún recreo, puteadas.

Para quien renuncia a las palabras, este recuento incompleto no tiene ningún significado.


XYZ

miércoles, 5 de mayo de 2010

956

Se acerca con el cigarro apagado y me mira. Me inclino hacia su boca y apoyo la brasa de mi cigarro en el suyo, aspira sin dejar de mirarme.
Con una mano descorre mi pelo con la delicadeza de un orfebre, ve mis ojos y sonríe. La mano baja por mi mejilla y se detiene en mi cuello, con un solo movimiento casi musical me atrae hasta su boca.

XYZ